Con los niños a cuesstas

Con los niños a cuesstas

lunes, 29 de mayo de 2017

Puig de la Bastida - Pla d'Aiats

El Collscabra es unos de esos lugares de Catalunya que merecen una visita en cualquier época del año. Sin embargo, es ahora en la primavera cuando los prados presentan ese color verde intenso cuando suelo disfrutarlo más. Al este de la comarca de Osona se levantan los altiplanos de Cabrera y Pla d'Aiats. El primero, donde se encuentra el Santuari de Cabrera, lo visitamos hace unos años. En esta ocasión nos hemos acercado hasta el segundo para ascenderlo en una ruta circular no muy exigente, pero sí muy bonita en la que disfrutaremos de unas excelentes vistas panorámicas de toda la región. Marchamos hasta Cantonigrós y seguimos un kilómetro más por la carretera que lleva a Rupit. Encontraremos a nuestra izquierda un desvío señalizado hacia la casa rural El Colomer (km. 26 de la C-153). Nos desviamos por esta pista asfaltada y la seguimos durante dos kilómetros hasta donde se acaba el asfalto, justo en el Coll de Comajoan, donde dejamos el coche. Hay espacio para tres o cuatro vehículos.


Mapa de la ruta - Ed. Alpina


Distancia: 8,5 km.
Tiempo: 4 horas 30 minutos, con paradas
Tiempo para un adulto: Poco más de 3 horas, sin paradas


Frente a nosotros se alzan los riscos del Pla d'Aiats, realmente imponentes desde nuestra posición. Iniciamos la excursión caminando por la pista de la derecha (por la izquierda iríamos a la masía de Comajoan y será por donde regresaremos), pasamos junto a unos prados en los que hay un numeroso grupo de reses pastando, mientras vamos rodeando los riscos por la derecha. Dejamos un desvío a nuestra derecha y continuamos por la pista principal.


Frente a nosotros los risco del Pla d'Aiats

Los riscos o cingles vistos más de cerca

Comenzamos a caminar por la pista de la derecha

Un grupo de vacas pastando

El camino bastante llano y cómodo

Bifurcación: nosotros por la izquierda


Al llegar al Pla de Bertajol encontramos otra bifurcación donde enlazamos con el GR-2. Seguimos por la izquierda, tras las marcas blancas y rojas adentrándonos en un bonito hayedo. La pista sigue llaneando hasta encontrar una nueva bifurcación. Por la derecha continúa el GR. Nosotros lo abandonamos y subimos por la pista que queda a la izquierda y que cruza unos verdes prados donde hay una cabaña de piedra en ruinas, lugar donde se alzaba la masía de Cal SantCrist.


Bifurcación donde enlazamos con el GR-2

Ahora seguiremos el GR durante un rato

Adentrándonos en un frondoso hayedo

Punto donde abandonamos el GR y subimos por la izquierda

Cruzando los prados

Lo que queda de la masía de Cal Santcrist

El camino (se trata del antiguo camino a Falgars de Bas) rodea el Puig de la Bastida y entra en otro hayedo realizando un giro hacia la derecha y ascendiendo de forma algo más fuerte. Cruzamos una valla metálica acercándonos al Pla de les Soques.


Seguimos avanzando por este amplio camino

El Puig de la Bastida a nuestra izquierda

El camino asciende ligeramente

Seguimos subiendo por el hayedo

Ahora hay que estar atentos. Tan pronto como el camino sale a una zona abierta (el Pla de les Soques) desde donde se tiene unas amplias vistas del altiplano de Cabrera, hay que dejar el camino y subir hacia la izquierda, hacia la ladera. Estamos en la parte posterior del Puig de la Bastida, y debemos introducirnos en el hayedo para iniciar una fuerte subida que nos conduzca a la cima. Si nos fijamos bien, veremos unas marcas rojas en los árboles que nos guiarán durante la subida. Repito, a la que el camino se abre, nos desviamos hacia la izquierda, hacia los árboles.


Vistas hacia Cabrera

Por aquí, no

Subimos la ladera...

...y nos guiamos por las marcas rojas

Pronto ya se ve claro el camino. Sólo queda seguirlo hasta la cima. La subida es fuerte, aunque no muy larga. Sólo hay que tomarlo con calma, para chino-chano, coronar la cumbre del Puig de la Bastida.


Empieza a endurecerse la subida

Vistas hacia el Puigsacalm

Poco a poco ganamos altura

Jan sube más rápido que el resto

Vistas hacia el altiplano de Cabrera

Ya casi estamos todos

Puig de la Bastida, 1242 m.

Con Jan en la cima

Tras la foto de rigor, continuamos por la cadena bajando hacia el Coll de Saiols, que nos separa del Pla d'Aiats. Comienza de nuevo una fuerte subida que, atravesando un hayedo, nos conduce hasta la parte superior del altiplano.


Toca bajar ahora hacia el Coll de Saiols

Cruzamos toda la cresta

Coll de Saiols

Subimos por el hayedo

Marcas rojas señalan el camino

Algún tramo tiene fuerte pendiente

Últimos metros de subidda


Llegamos a la parte superior y seguimos el sendero bien marcado que recorre todo el altiplano. En algún momento vamos cerca del borde del risco, por lo que no está de mal echar un ojo a los niños. El Pla d'Aiats tiene una longitud aproximada de un kilómetro y medio y un ancho de unos 150 metros. A la derecha, la vegetación compuesta de helechos, pinos y otros arbustos nos tapan la vista hacia el oeste. Sin embargo, a nuestra izquierda se abren otras realmente extraordinarias.


Seguimos este sendero tan bien marcado

Cuidado que en algún punto nos acercamos mucho al borde

Vistas a l'Agullola de Rupit

Abajo los prados de Cantonigrós


Seguimos bordeando el risco

Llegamos finalmente a una explanada herbosa que hace las veces de mirador y donde, supongo, una barra de hierro marca el punto más alto del Pla d'Aiats. Al menos, así me lo indica mi altímetro. Es un lugar ideal donde descansar y deleitarse con las vistas que se abren ante nosotros. Vuelvo a señalar que al estar tan cerca del borde del risco, es importante tener vigilados a los niños, sobre todo si son pequeños.


Llegando a la explanada cimera

Un selfie desde lo alto del risco

Pura vida

Pla d'Aiats, 1307 m.

Vistas hacia el Pla de Comajoan

Vistas al Pla del Sitjar

El Montcau y el Puig del Bac

Abandonamos la explanada y seguimos el senderito que se aleja poco a poco del borde del risco dirigiéndose hacia la parte interior del altiplano. Vamos en busca del Grau de l'Escaleta, punto por donde descenderemos. Llegamos hasta Les Cabanyes del Pla d'Aiats, unas construcciones en ruinas, al lado de las cuales comienza el grau.


Seguimos el sendero

Cruzamos otros prados

Les Cabanyes del Pla d'Aiats

El edificio está en ruinas

Inicio del Grau de l'Escaleta

El descenso por el Grau de l'Escaleta no es fácil. Hay que tomárselo con calma y ayudar a los niños en algún que otro punto. En ocasiones el sendero parece desaparecer y se convierte en una canal donde hay que usar la intuición para bajar por el mejor sitio. No obstante, no tiene pérdida: sólo hay que bajar. Nosotros tardamos con los niños unos 45 minutos en hacer todo el descenso, lo que os puede dar una idea de su complejidad. El senderito, señalizado por alguna que otra marca de color azul, desciende en lazadas hasta llegar a una escalera natural de piedra que va pegada al risco, mientras que a nuestra derecha se abren unas amplias vistas.


Jan, el primero en bajar

Bajamos con cuidado

Llegando a las escaleras naturales

Vistas hacia la Masía d'Aiats

Vamos pegados a la pared

Parte final de las "escaleras"


La bajada no da respiro. A veces hay que ayudarse de las manos para descender algunos escalones de piedra o algún que otro punto "complicadillo", pero siempre envueltos de una espesa vegetación.
 

Bajando otros escalones

Jan en plena bajada

Aquí es más fácil


Por fin llegamos al final del grau y salimos junto a la Masía d'Aiats, rodeada de prados donde pasta el ganado. Giramos a la izquierda y seguimos la pista que nos conduce hacia la masía de Comajoan.


Por fin se ha acabado el descenso

Masía d'Aiats

Tomamos la pista que hay por la parte de atrás de la masía

Atrás queda el Morral de Casellas, parte final del Pla de Sitjar

Ya sólo queda seguir la pista hasta la masía de Comajoan, intentando no cruzar por los prados, que están cercados por alambrada. Junto a la masía se encuentra la ermita de Sant Gil, que encontramos cerrada, al igual que la masía. Unos metros más de pista y alcanzamos el Coll de Comajoan, donde hemos dejado el coche, dando por acabada la excursión.


Al fondo la masía de Comajoan a los pies del Cingle

Ermita de Sant Gil

Masía de Comajoan

Llegando al Coll de Comajoan

De Cantonigrós no podemos irnos sin haber visitado la Foradada y su cascada de agua. Desde el campo de fútbol del pueblo hay una media horita de paseo y merece la pena ir si no la conocemos. En este enlace podéis ver la excursión que hicimos desde l'Esquirol cuando la visitamos. Nosotros, que ya la conocíamos, nos fuimos a Can Puntí, donde, además de que las camareras son guapísimas y serviciales, se come de miedo.