Con los niños a cuesstas

Con los niños a cuesstas

viernes, 18 de diciembre de 2015

Castell de Montgrí

Aprovechando un par de días que hemos pasado en Gerona, hemos ascendido hasta el Castillo de Montgrí, una excursión que teníamos ganas de realizar desde hace mucho tiempo pero que, como nuestras estancias en tierras ampurdanesas siempre eran estivales y el calor asfixiante, era pospuesta una y otra vez. Se trata de una fácil subida, ideal para hacer en familia y que nos permitirá disfrutar de una bonitas vistas hacia l'Estartit y las islas Medas, además de estar incluida en el reto de las cien cimas. Nos dirigiremos hasta la localidad de Torroella de Montgrí, en el Baix Empordà y, una vez allí, subiremos por la calle que lleva a los colegios hasta la ronda Pau Casal, donde dejaremos el coche. El punto de partida está señalizado por un indicador y no tiene pérdida.


Mapa de la ruta - ICC


Distancia: 5 km.
Tiempo: 2 horitas, más el tiempo que estemos en el castillo


Nos situamos frente al poste indicador donde comienza el camino que sube al castillo, todo él señalizado con las marcas rojas y blancas del GR-92, y nos ponemos en marcha. La pista asciende de forma suave hacia el macizo calcáreo donde se asiente la fortaleza. Llegamos a su base y el camino gira de forma decidida hacia la izquierda, encaminándonos ahora hacia el Coll de Santa Caterina, que separa la montaña de Ullà de la de Montgrí.


Castell de Montgrí

Punto de partida de la excursión

Nos ponemos en marcha

La pista asciende de forma moderada

Vistas hacia Torroella de Montgrí

Conforme nos vamos acercando al collado, el sendero se vuelve más pedregoso y agreste. Nos acercamos a la primera capilla de la varias que hay repartidas por la subida hasta el Coll de la Creu, y que marcan también el camino hacia la ermita de Santa Caterina. El sendero serpentea y, sin apenas dificultad, llegamos al Coll de la Creu.


Vistas al collado desde el sendero

Pasamos la primera capilla

Y ahora junto a la segunda

El camino muy pedregoso en esta parte

Acercándonos a la última capilla

Coll de la Creu

Una vez junto a la cruz, hacia la izquierda el sendero nos llevaría hasta la cima de la montaña de Ullà, el Puig Rodó (buena opción para cuando bajemos del castillo), mientras que nosotros giramos hacia la derecha para encarar la subida a la montaña de Montgrí, recorriendo todo el collado por un camino incómodo en el que sobresalen las rocas del suelo.


Erik encaramado a la cruz

Frente a nosotros la montaña de Montgrí coronada por el castillo

Recorriendo el collado

Vistas a la montaña de Ullà


El sendero asciende en ziga-zagas, en algunas ocasiones las rocas crean de forma natural pequeños escalones, superando cómodamente el desnivel hasta plantarnos en la entrada de la fortaleza de Montgrí, donde nos esperan nuestros vástagos, en mejor forma que sus padres.

Subida hacia el castillo

Poco a poco se supera el desnivel

Ya divisamos la muralla

Unos metros más y llegamos

Los críos esperándonos


El castillo de Montgrí empezó a construirse entre 1294 y 1301 a iniciativa del rey Jaume II para defenderse de posibles ataques por parte de los condes de Ampurias, con quienes andaba a la gresca. Las obras no se acabaron y hoy lo que encontramos es un edificio hueco, de forma rectangular y cuatro torres cilíndricas en cada una de sus esquinas. 


Vista frontal del castillo

Entrada al recinto

Interior de la fortaleza

La madre observando los restos del castillo

Acceso a las almenas

Nos dirigimos hacia la esquina donde hay una entrada que mediante un escalera de caracol nos permite subir hasta las almenas del castillo, desde donde disfrutar de las vistas, hoy algo mermadas por la neblina.

Subiendo por la escalera de caracol

Vistas desde una de las ventanas

Jan y su madre en las almenas

Un zoom hacia las islas Medas y l'Estartit

Vistas desde las almenas al interior del castillo

Recorremos todas las almenas, dando la vuelta completa al recinto. Aunque las medidas de seguridad son bastante correctas, no está de más llevar controlados a los niños, si son muy pequeños. El día se está estropeando, así que decidimos bajar para hacernos la foto de cima antes de que empiece a llover.

Una foto a los papis

Jan y su madre mirando hacia l'Estartit 

Una foto de todo el grupo


Una vez abajo, nos hacemos la foto de cima e iniciamos el descenso hacia Torroella por el mismo camino de la ida. La ruta es sencilla y corta, por lo que podemos alargarla bajando hasta la ermita de Santa Caterina o bien subiendo al Puig Rodó, queda al gusto de cada uno. Por nuestra parte, entre que comenzamos a caminar muy tarde y lo feo que se estaba poniendo el día, decidimos regresar al coche, dando por concluida la excursión.

Castell de Montgrí, 303 m.

De vuelta al coche


domingo, 29 de noviembre de 2015

Puiggraciós - Turó de les Onze Hores

Fácil excursión que desde el santuario de Puiggraciós nos permitirá recorrer los Cingles de Bertí y llegar hasta su extremo donde ascenderemos al Turó de les Onze Hores, un estupendo mirador del Vallès Oriental. Ya de regreso al santuario, subiremos por un camino bastante empinado hasta el Turó de Puiggraciós para sumar una cima más en el reto de els cent cims. El punto de partida, como he dicho al principio, es el santuario al que llegaremos desde l'Ametlla del Vallès subiendo por la carretera de Puiggraciós, cruzando el pueblo y las urbanizaciones que hay más arriba. Los últimos dos o tres kilómetros son de pista de tierra, apta para todo tipo de coche.


Mapa de la ruta - ICC

 
Distancia: 8,5 km.
Tiempo: 3 horas y media, con paradas
Tiempo para un adulto: Poco más de dos horas, sin paradas


Dejamos el coche junto al santuario y comenzamos a caminar por la pista que lo rodea, dejando a nuestra derecha otro camino amplio que baja. Nos dirigimos hacia el Coll de Tripeta siguiendo la pista, cómoda y sin apenas desnivel. Pronto divisamos las primeras paredes de los Cingles de Bertí, mientras vamos rodeando la base del Turó de Puiggraciós.


Entrada al santuario

Rodeamos el santuario


Seguimos por la pista rodeados de encinas

Dejamos el camino que sube hacia la izquierda

Los Cingles de Bertí se alzan frente a nosotros

Llegamos al Coll de Tripeta, desde donde tenemos unas buenas vistas hacia Sant Llorenç, los cingles de Gallifa, Tagamanent, y a nuestra derecha el Sot de Montmany. Nos encontramos a los pies del Turó de Puiggraciós, al que subiremos a la vuelta por el empinado sendero que hay junto al camino. La pista se bifurca, siguiendo nosotros por la derecha, hacia los cingles. El camino de la izquierda, aunque en los mapas aparezca como una pista que sube cómodamente hasta la cima del turó, se trata de un camino particular que acaba a la entrada de una finca. Dejamos de lado un camino que baja a nuestra izquierda y nos enfilamos por la pista principal suavemente hacia los Cingles de Bertí.


Llegando al Coll de Tripeta

Nos enfilamos hacia los cingles

La pendiente es suave

Vistas hacia el Turó de Puiggraciós

Vistas desde el camino hacia el Pollancre


Vamos ganando altura disfrutando de las vistas que nos ofrece el camino. Pasamos junto a una roca con formas huecas similar a otras que ya habíamos visto en el Garraf, lo que me llama bastante la atención. Poco a poco llegamos hasta la parte superior del risco donde el camino se bifurca.



Continuamos pegados a la pared rocosa

Pasamos junto a esta roca....

...cuyas formas nos recuerdan a otras vistas en el Garraf

Llegamos a la parte superior del risco


Tomamos ahora el camino de la izquierda, abandonando el otro que lleva hasta la masía de Cal Mestret. Seguimos por la pista dejando a nuestra izquierda un pequeño senderito que marcha hacia el borde del risco. Continuamos por el camino dejando a la derecha una bifurcación que conduce hasta los restos de una antigua masía que veremos desde el sendero.


Nos desviamos por la izquierda

Seguimos por este camino

Vistas al Clascar o Castell de Bertí

El camino trascurre paralelo al risco

La antigua masía vista desde nuestro camino


El amplio sendero hace un par de lazadas y comienza a descender. Desde los márgenes de camino ya tenemos vistas a nuestro objetivo, el Turó de les Onze Hores. Finalmente llegaremos a un punto donde la pista parece acabar, junto al borde del cingle. A nuestra izquierda tenemos vistas al Turó de Puiggraciós, mientras que el Turó de les Onze Hores queda a nuestra derecha. Un pequeño hito de piedras junto a un senderito marca la dirección  para ascender a éste último.


El Turó de les Onze Hores todavía lejos

El camino desciende ahora...

.. y llegamos hasta donde parece acabar

Un pequeño senderito nos llevará hasta el extremo del risco


Empezamos a subir por un estrecho sendero hasta los pies del montículo donde se alza la cima del turó. El caminito lo bordea y subimos un pequeño resalte sin dificultad, llegando hasta la parte superior donde una senyera marca la cima.


Sendero que conduce a la cima

Rodeando el turó

Ya casi estamos

En la cima del turó

Las vistas son extraordinarias en un día muy claro.  Tenemos una amplia visión de toda esta zona del Vallès, Gallifa, Sant Llorenç, etc. Descansamos un rato y comemos algo. Estamos solos, lo que no suele ser muy habitual en los tiempos que corren, y hay que aprovechar el momento.


Turó de les Onze Hores, 666 m.

Aprovechando para comer algo

Vistas al riscal que continúa hasta Sant Miquel del Fai


Nos ponemos en marcha y regresamos por el mismo camino hacia el coll de Tripeta, bajando otra vez por el Grau Mercader, desde donde encararemos la subida al Turó de Puiggraciós.


Bajando hacia el senderito

Volvemos por el mismo camino

Vistas al risco

Por el Grau Mercader con el Turó de Puiggraciós al fondo

Como dije anteriormente, en los mapas parece que si tomáramos la pista que por la derecha redea el Turó de Puiggraciós, llegaríamos a la cima, pero se trata de un camino particular (ya lo indica un cartel) que conduce hasta una finca. Por otro lado, si no estamos inmersos en el reto de la cien cimas, podemos obviar la subida al turó, sobre todo si vamos con niños. La subida, aunque corta, es bastante dura y la cima no tiene nada de especial, salvo una torre de vigilancia, y las vistas que tendremos son las mismas que hemos tenido desde otros puntos del camino. Iniciamos el ascenso por un senderito empinado y descompuesto ante la mirada extraña de otras familias que tranquilamente pasean por el camino que viene desde el santuario, y que seguramente piensan que estamos buscando bolets.


Tomamos el camino de la izquierda para subir

El terreno está muy descompuesto


El senderito cruza un camino, y modera algo su desnivel. Caminamos paralelos a una torres de alta tensión que nos sirven de guía para saber a que altura nos encontramos. Finalmente salimos a la pista que, por la derecha, nos lleva hasta la torre de vigilancia que marca la cima del Tuŕo de Puiggraciós.


El senderito atraviesa un camino

En esta parte la subida se modera

Ahora giramos a la derecha

...y llegamos hasta la cima

Turó de Puiggracios, 808 m.

Desde aquí, nos damos la vuelta y comenzamos a bajar hacia el santuario, por un camino muy descompuesto y resbaladizo. Sin incidencias, enlazamos con el camino principal y en unos minutos estamos otra vez en el punto de partida. Nos acercamos a ver de cerca la Torre del Telégrafo, construida en 1845, y desde donde hay buenas vistas hacia el Montseny. También visitamos la iglesia, construida en el siglo XVII, y que alberga una imagen de la virgen, que según la tradición fue encontrada por un pastor de la zona. Tras la visita damos por concluida la excursión.


Camino de bajada hacia el santuario

Cada vez esta peor

Enlazando con la pista principal


Nos dirigimos a la torre de Puiggraciós

Antigua torre del telégrafo

Entrada a la iglesia