Con los niños a cuesstas

Con los niños a cuesstas

martes, 7 de enero de 2014

Pic de Coma Ermada

La poca nieve acumulada en el Pirineo Oriental que observé durante la excursión a los Bufadors de Beví me hizo plantearme la posibilidad de realizar una ruta invernal con la familia en la zona de Vallter. Como hasta que no llegas allí y pisas la nieve no sabes lo que te vas a encontrar y Jan todavía es pequeño para las raquetas, cargamos con los trineos para, de una manera u otra, disfrutar del día en caso que no fuera posible la ascensión. El objetivo era el Pic de Coma Ermada, la primera elevación de la cadena que conduce hasta el Costabona y que queda a la derecha del Pic de la Dona, una montaña bastante accesible y sencilla de subir con raquetas. El punto de partida es la estación de esquí de Vallter 2000, donde dejaremos el coche en el parking superior, casi a pie de pista.


Distancia: 6 km.
Tiempo: 4 horas, con paradas y juegos en la nieve
Tiempo para un adulto: 2 horas


Mapa de la ruta - Ed. Alpina


Comenzamos a caminar detrás de los últimos edificios de la estación de esquí. El sendero está totalmente cubierto de nieve, por lo que al principio nos guiamos por las marcas blancas y rojas del GR que hay pintadas en algunas rocas y la huella que han abierto otros excursionistas antes que nosotros, muchos de ellos con raquetas. Sin embargo, la nieve está dura y aguanta bien la pisada, por lo que avanzamos cómodamente, bueno, todo lo cómodo que la pendiente nos permite.


La ruta comienza detrás de estos edificios

Pisando la nieve

La madre cerrando el grupo

Nos guiamos por las marcas del GR 

Poco a poco vamos dejando atrás las instalaciones de Vallter 2000


La subida no presenta dificultad, aunque claro, es más lenta por la nieve. Los críos, locos con la nieve, ralentizan la marcha, revolcándose y tirando bolas a los sufridos padres. En fin, hemos venido a disfrutar. El día ha amanecido despejado y los rayos del sol que asoman por el este iluminan las pistas de esquí. Hace frío, -3º cuando bajamos del coche, pero no hace viento, por lo menos en esta cota.


Erik tirando del resto de la familia

Jan acompañando a la madre que cierra la "cordada"

"Como mola, papa"

Al fondo a la izquierda quedaría la Portella de Mentet

Vistas al Gra de Fajol, el gran y el petit

Y el Bastiments al otro lado


La subida continúa sin complicaciones, siguiendo en todo momento la huella ya abierta por otros excursionistas, pues la nieve cubre totalmente cualquier rastro de sendero. De todas formas, no hay pérdida posible, pues se trata de llegar (como referencia) al collado que hay a los pies del Pic de la Dona. La pendiente se agudiza un poco antes de llegar al punto donde nos desviaremos hacia la Portella de Morençs, trazando una diagonal por la Roca de la Portella, donde su vertiente sur está libre de nieve.


Bonita estampa invernal

Venga, "Edurne", que no se diga...

"Erik, como va a molar bajar por aquí con las palas"

Ahora, a la derecha, Jan

Llegamos a un punto un poco más arriba de donde en el verano el sendero se desvía hacia la Portella de Morenç, dirigiéndonos hacia la derecha para rodear la Roca de la Portella por una zona donde no hay pisadas (todos suben hacia la Portella de Mentet, nosotros pasaremos a la vuelta), pero con una pendiente más suave que, junto con la dura nieve, nos facilita mucho la subida.


Erik y su madre se toman la subida con calma

Me paro para que me hagan una foto...

...¡¡¡y el pequeño se me escapa!!!

Vaya bloque de nieve

Ascendemos hasta alcanzar la parte libre de nieve donde la subida es nás cómoda hasta llegar a la parte superior de la ladera que desciende hasta la zona conocida como el Pla de la Portella.

Por fin alcanzo a Jan que ha tenido la gentileza de esperarme

Erik, tomándose un respiro

En esta zona hay muy poca nieve

Recuperado, otra vez en marcha

Una vez arriba, ya divisamos nuestro objetivo. Para disfrute de los niños hay bastante nieve acumulada en esta parte de la ladera. Lo que a los mayores nos va a llevar 15 minutos de descenso, será cuestión de segundos para los más pequeños.


El Pic de Coma Ermada asoma en la distancia

La madre alcanza la parte superior con el Pic de la Dona a sus  espaldas

Y contenta por haberlo conseguido

Avanzando por la nieve hacia la otra ladera


Como pensaba, cogen sus palas de nieve y se deslizan por toda la ladera nevada hasta el collado, a los pies del Pic de Coma Ermada. A los adultos nos cuesta un poco más. Hay más nieve en esta parte y tenemos que ir clavando los talones en la bajada. Finalmente nos reunimos con ellos en el collado, excitados ante la perspectiva  de la bajada hasta Vallter. Si esta "ha molado", como será la otra...


Que lástima sólo tener dos palas

¡Vaya bajada!

Erik ha ganado la carrera a su hermano

El Pic de Coma Ernada se alza frente a nosotros


Recogemos las palas y cruzamos el collado nevado hacia la primera elevación que tenemos frente a nosotros, el Pic de Coma Ermada, totalmente limpio de nieve. Jan coge la directa y se lanza hacia la cima con la idea de ser el primero en coronarla. Y como viene siendo habitual, es el primero.


Recogiendo las palas



La cima del Pic de Coma Ermada


Jan avanzando hacia la cima

Y siendo el primero


Poco a poco nos vamos reuniendo toda la familia para hacernos las fotos de rigor. Las vistas comprenden las cumbres que rodean Ulldeter, el Canigó y hacia el este la Roca Colom y más allá el Costabona. Un poco más cerca, superando el pequeño collado está el Pic de la Llosa, que los peques se niegan a subir, deseando como están de volver a tirarse con las palas por la nieve.


El resto de la familia acercándose a la cima

Pic de Coma Ermada, 2502 m.

Una nueva cima para los dos  hermanos

La madre también celebra la cima

El Canigó frente a nosotros

Una foto con mis montañeros


Abandonamos la cima, pues el  viento comienza a soplar con ganas y el cielo se ha cubierto con nubes altas, lo que aumenta la sensación de frío. En esta ocasión, en lugar de rodear el Pic de la Portella lo ascendemos (no tiene mucha dificultad, solo una ladera de pendiente moderada) para dirigirnos hacia la Portella de Mentet.


Dejamos atrás el Pic de Coma Ermada

Un pequeño splatalazo, lo que pasa por ir jugando

No es la Antártida, eh

El Pic de la Dona ya asoma por la derecha


Alcanzamos la cima del Pic de la Portella y bajamos por la otra vertiente hacia el collado que hay a los pies del Pic de la Dona, conocido como la Portella de Mentet, punto fronterizo entre Catalunya y Francia. Los críos cogen nuevamente sus palas de nieve para realizar el descenso de la ladera en cuestión de segundos, mientras que sus esforzados padres echan de menos no haberse comprado una.


La madre persiguiendo a uno de sus vástagos

Portella de Mentet

Una foto en la frontera

El viento comienza a soplar con más fuerza, así que no nos entretenemos mucho en el collado. Los niños vuelven a coger sus palas de nieve e inician el vertiginoso descenso en esta primera parte donde hay bastante nieve acumulada, que en algunos puntos nos llega a las rodillas. Tenemos que aprovecharnos de las pisadas y la huella abierta para transitar por esta primera parte de la bajada.


¡Esperarnos, que nosotros vamos más lentos!

Nada, ni caso

Bueno, al final se paran a esperarnos

Aquí la nieve nos llega casi a las rodillas


Alcanzamos a los niños y guardamos las palas, ya que la zona es más expuesta para bajar deslizándose, pues a nuestra izquierda la pendiente cae hacia el torrente (ahora tapado por la nieve) y los árboles. Giramos hacia nuestra derecha y hacemos una pequeña pausa para ponernos protector solar, no queremos acabar rojos como pimientos.


Cremita para no quemarnos

Una paradita en la nieve

¡Viva el espíritu navideño!


Continuamos el descenso acercándonos a las pistas de esquí, desviándonos un poco del sendero, pues la nieve, muy pisada en este tramo, se está helando y es mejor abrir huella un poco más arriba, que llevarnos un resbalón. Finalmente llegamos al parking donde cogemos los trineos para continuar disfrutando de la nieve.


Erik nuevamente en marcha

Nos salimos del sendero aunque haya más nieve en esta parte

Vallter 2000 ya a la vista

Al final le toca cargar con los palos de los niños