Con los niños a cuesstas

Con los niños a cuesstas

domingo, 28 de abril de 2013

Tossal de la Baltasana

Tras visitar los Avencs de la Febró, nos montamos en el coche y con el nuevo disco de Els Catarres sonando en el interior, nos dirigimos por la T-704 hasta Prades (20 minutos). Cruzamos el pueblo en dirección a Vilanova de Prades hasta el aparcamiento que hay justo antes de la gasolinera. La cima del Tossal de la Baltasana hace de límite entre las comarcas del Baix Camp y la Conca de Barberà, convirtiéndose de ese modo en el techo de ambas. La excursión es muy bonita e ideal para hacer con niños. Si hemos llegado temprano a Prades, la ruta no dura más de tres horas, podemos comer en alguno de los restaurantes del pueblo y aprovechar para visitarlo, porque merece la pena.


Mapa de la ruta - Ed. Piolet


Distancia: 7 km.
Tiempo: 3 horas 15', con paradas
Tiempo para un adulto: 2 horas, sin paradas

Dejamos el coche en el aparcamiento y volvemos unos metros más atrás para girar a la izquierda en la curva y subir por la calle Colomers siguiendo las marcas blancas y rojas del GR 171 que nos acompañarán hasta la cima. Pronto las marcas nos hacen tomar un desvío a la izquierda dejando atrás las casas para comenzar a adentrarnos en el bosque.

Subimos por esta calle

Nos desviamos a la izquierda

Poco a poco entramos en zona boscosa

Este primer tramo es muy bonito. Subimos rodeados de pinos, robles y algún castaño por un sendero que poco a poco se estrecha. Agradecemos la sombra, pues a pesar de no hacer mucha calor, el sol sí que pega con fuerza. La acumulación de rocas le da al paisaje un toque de bosque encantado e incluso encontramos una fuente y una pequeña cueva al principio de la subida.

Subiendo con buen ánimo

El camino se estrecha conforme subimos

Tras superar esta primera subida desembocamos en una amplia pista forestal donde predominan los pinos. Encontramos muchos por el suelo, arrancados desde la raíz, otros con muchas ramas rotas o colgando. Supongo que la nieve caída este invierno algo de culpa habrá tenido. En algunas ocasiones los pinos bloquean el camino y debemos sortearlos como podemos. Espero que  limpien el terreno antes del verano, porque si se mete fuego puede ser calamitoso.

Los niños haciendo equilibrio en un tronco

Jan observando una curiosa roca

"Y ahora ¿por dónde pasamos"

La pista se bifurca y continuamos por la izquierda siguiendo en todo momento las marcas del GR. El camino se hace muy ameno. La subida es muy suave y los pinos que nos rodean dan al lugar una belleza sin parangón ahora en la primavera.

Nos desviamos a la izquierda

La pista es amplia y cómoda

Justo antes de llegar a un collado, el GR abandona la pista junto a un poste indicador y se inicia la subida hacia la cima del Tossal de la Baltasana. Al principio la subida es fuerte, aunque un poco más arriba se suaviza algo, para terminar casi trepando por unos bloques de piedra hasta alcanzar la cima.


Dejamos la pista forestal

Subiendo un fuerte repecho

Jan subiendo a buen ritmo para ser el primero..

...pero esta vez Erik es el primero en subir

Alcanzamos por fin la cima del Tossal de la Baltasana, con sus 1203 metros, techo de las comarcas del Baix Camp y la Conca de Barberà. En la cima, además del vértice geodésico, hay una mesa de orientación, una veleta junto a la que la Agrupació Excursionista Catalunya ha colocado una placa con motivo de su centenario y, lo peor de todo, una caseta que soporta una antena de comunicaciones. Buenas vistas desde la cima en un día muy claro, destacando la sierra del Montsant.

"Esta vez te he ganado, Jan"

Erik baja y ayuda a su hermano a subir al vértice

Tossal de la Baltasana, 1203 m.

Veleta

Caseta

Damos buena cuenta de los bocadillos mientras disfrutamos de las vistas conversando con un pequeño grupo de excursionistas que se ha reunido en la cima. Hace un estupendo día de primavera y una ligera brisa nos ayuda a combatir el sol del mediodía. Nos ponemos nuevamente en marcha por el camino que hay a continuación de la caseta bajando por una pista asfaltada. La dejaremos un poco más abajo y giraremos a la derecha por otra pista forestal, siempre siguiendo las marcas blancas y rojas del GR hasta llegar a un poste indicador que señala hacia las Coves d'en Pere. En este punto abandonamos el GR y seguimos la pista forestal.

Dejamos atrás el Tossal de la Baltasana

Seguimos por la pista forestal...

...hasta abandonar el GR en este indicador


Cuando el camino hace un giro pronunciado hacia la izquierda,  unos metros antes veremos un pequeño sendero no muy marcado que sube hacia una explanada. Es el camino para llegar a las Coves d'en Pere. Si nos pasamos de largo no importa. Un poco más adelante un poste te señala el acceso a las balmas pero por un sendero un poco más complicado, que fue el que nosotros utilizamos de regreso a la pista forestal. Las Coves d'en Pere son en realidad unas balmas naturales con antiguas construcciones para hacer las funciones de refugio. Su interior es muy amplio y es una buena opción para comer a la fresca en los días más calurosos.

Coves d'en Pere

Erik entrando en la cueva

Interior de la cueva

Abandonamos las cueva por el sendero que baja a la pista

Parte trasera de las cuevas

Punto señalizado por donde se accede a las cuevas 

Una vez de regreso a la pista forestal, sólo hay que seguir los indicadores que señalan hacia Prades en cada cruce de caminos que encontremos. La pista combina tramos más o menos encimentados con otros de tierra, siendo muy cómoda para caminar. Pasaremos por al lado de una masía y, algo más adelante, la balsa de agua que se veía desde la cima del Tossal de la Baltasana.

Seguimos por la derecha

La pista unas veces está encimentada y otras no

Pasando junto a la balsa de agua

Los pinos que nos rodean dan paso a campos de cultivo, en especial avellanos, conforme nos vamos acercando al pueblo. Dejaremos a nuestra izquierda una zona de picnic y pronto divisamos las primeras casas de Prades. Ya solo resta alcanzar el parking y dar por finalizada la excursión.


Avellanos

Zona de picnic

Llegando a Prades


viernes, 26 de abril de 2013

Avencs de la Febró

Hace unas semanas recibí un comentario en el blog recomendándome visitar los Avencs de la Febró, un conjunto de tres grietas que corren paralelas a lo largo de un riscal, situadas cerca del refugio de la Mussara, en las montañas de Prades. Aprovechando que habíamos planeado subir al Tossal de la Baltasana, techo de las comarcas del Baix Camp y la Conca de Barberà, y nos cogía bastante cerca, decidí llevar allí a la tropa para que lo conocieran y practicar un poco de espeleología familiar. De las tres grietas sólo visitamos, como casi todo el mundo, la más grande, pues en las otras dos el acceso es bastante difícil y queda reservado a los amantes de la espeleología. La forma de llegar desde Barcelona es ir por la autopista hasta la salida de la AP-2 a Valls, seguir hasta Alcover, continuar por la TV-7041 hasta Mont-ral y antes de entrar en esta localidad, girar a la izquierda por la TV-7045 hasta alcanzar el cruce con la T-704. Aquí giraremos a la derecha para dirigirnos hacia la Febró hasta pasar el kilómetro 22 donde a nuestra izquierda encontraremos una explanada para aparcar el coche. 


Mapa de la ruta - Ed. Piolet

Aproximación: 20 minutos
Tiempo en la sima: 1 hora 30' 

Dejamos el coche en la explanada y cruzamos la carretera para coger la pista que hay frente a nosotros. Esta hace un giro hacia la izquierda y en suave ascenso llegamos hasta el Pla del Agustenc, un pequeño claro entre los pinos donde se cruzan varios caminos. Seguimos rectos hasta encontrar una bifurcación en la que seguiremos el sendero de la derecha, señalizado con marcas blancas y amarillas del PR. Continuamos caminando hasta encontrar un estrecho sendero a nuestra izquierda que nos llevará hasta el borde de la grieta. El camino continúa paralelo a la sima (cuidado aquí con los más pequeños) hasta llegar al punto por el que descenderemos, marcado con un hito de piedras.

Inicio del camino al otro lado de la carretera

Llegando al Pla del Agustenc

Nos desviamos siguiendo las marcas del PR

Entrada a la grieta

Para visitar los Avencs de la Febró aconsejo llevar ropa de recambio por si nos manchamos de barro (lo más seguro), botas, guantes, algo de ropa de abrigo (la temperatura es varios grados más baja que en el exterior) y no está de más que los pequeños lleven casco. No hay que olvidar que sin ser una excursión peligrosa, sí que requiere cierta precaución cuando vamos con niños. En la entrada nos encontramos con un nutrido grupo excursionista que también se dispone a bajar. Dejamos que bajen ellos primero y comenzamos el descenso. En este punto debemos tener cuidado. No es peligroso, pero la progresión debe hacerse poco a poco, ayudando a los más pequeños mientras superamos el desnivel y vigilamos de no resbalar.

Iniciando el descenso

El grupo excursionista entrando en la sima

"Mama, qué aventura"

Poco a poco descendemos los tres niveles para alcanzar el fondo de la grieta. La sensación para los niños es estar viviendo una aventura a lo Indiana Jones, adentrándonos en las profundidades de la tierra. La sima tiene en su punto más bajo una profundidad de 30 metros y una anchura máxima de 8.

Ayudando a Jan a progresar en la bajada

Aquí puede el solo

Hay que bajar un último escalón

Pasamos bajo una enorme roca encallada en la grieta (Jan dice que es la que perseguía a Indiana Jones en la película; yo tengo mis dudas, pero si él lo dice...) mientras terminamos de descender y nos reunimos todos en el fondo de la sima.

Enorme roca atrapada entre las paredes de la grieta

Últimos metros hasta las profundidades

La madre terminando de bajar

En el interior de los Avencs de la Febró

Comenzamos a caminar por los casi 300 metros de longitud que tiene la cavidad dejando a nuestra izquierda la entrada a la Cova Gran, que visitaremos más tarde. A lo largo de toda la brecha se abren otras cavidades más pequeñas y alguna que otra sima.

Avanzando entre las paredes de roca

Vista del tramo descendido

El grupo excursionista se queda a la entrada de la cueva

Siguiendo la brecha en toda su longitud

Avanzamos en ligero ascenso hasta el final de la grieta donde se acumulan unos grandes bloques de piedra. Cuidado en este punto, pues al final del último bloque la grieta continúa y hay una fuerte caída. Es un tramo que necesitaríamos ir equipados para explorarlo. A nuestra derecha hay una vía ferrata que conduce al exterior y son las grapas que vimos cuando alcanzamos la sima desde el sendero.

Bloques de piedra al final de la grieta

Subiendo con cuidado

La grieta continúa al final de los bloques

Después de hacernos algunas fotos en los bloques bajamos para desandar nuestros pasos y explorar la Cova Gran.

Mi tropa en los bloques de piedra

Erik bajando despacio

Erik observando la altura de la grieta

Descendiendo hacia la entrada  donde está la cueva

Llegamos a la entrada de la Cova Gran, donde está reunido el grupo excursionista, dividido entre LOS que han visitado la cueva y LAS que no. Nos adentramos en el interior, progresando muy despacio ayudados por las linternas y los frontales. Hay que vigilar con los pequeños, pues la humedad hace que las rocas resbalen y si no iluminamos bien podemos acabar metiendo el pie en algún pequeño agujero o sufrir alguna caída. Llegamos a la sala principal donde una fálica estalagmita nos da la bienvenida.

Sala principal

Los exploradores de la  familia

El del medio no es Gusiluz, es Jan deslumbrado por la linterna

Detalle de las concreciones

Desde la sala principal se puede continuar explorando la cueva siguiendo unas marcas fluorescentes, pero habría que arrastrarse en algunos puntos y tampoco era cuestión de ponernos de barro hasta las cejas, a pesar de llevar ropa de recambio. Nos conformamos con rodear la estalagmita y seguir explorando allí donde para los niños no hay mucha dificultad. Llegamos a una zona donde la cueva se estrecha y parece que comunica con otra sala.

Nos acercamos a esta estrecha abertura

Dos pilares

Erik introduciéndose en la grieta

Tadeo Jan

Los Croods

Regresamos a la sala principal y de ahí a la salida de la cueva. Los excursionistas han abandonado ya el lugar y estamos solos con los escorpiones y demás fauna que habitan estos sitios. Nos toca ahora iniciar el ascenso pasando nuevamente bajo la roca encallada.

Fuera de la cueva

El grupo de espeleólogos fuera de la cueva

Poco a poco va entrando la luz en el grieta

Abandonando los Avencs de la Febró

La subida resulta, evidentemente, más sencilla y en unos minutos estamos arriba donde volvemos a encontrarnos con el grupo excursionista que, en un pequeño claro que hay unos metros más allá, están dando cuenta de sus bocadillos. Nos despedimos de ellos y volvemos hacia el coche para dirigirnos a Prades (20 minutos) donde nos espera la segunda parte de nuestra excursión, la subida al Tossal de la Baltasana.

Última mirada a la grieta

Jan progresando en la subida

Erik quitándose el casco

Recogiendo que aún nos queda el Tossal de la Baltasana